Recuerdo con lágrimas en los ojos las veces que he subido a mi casa llorando de rabia e impotencia a la salida del colegio. Esa sensación de querer parar el mundo y gritar bien fuerte: “Pero, ¿cómo puede ser que pase esto?, ¿cómo puede ser que no se haga nada urgentemente? ¿Cómo puede ser que un profesor tenga derecho a decidir sobre la vida escolar de tu hijo, decidir si entra en su clase o no? ¿Cómo puede ser que un sistema educativo que quiere a unos sí y a otros no siga manteniéndose en el tiempo?

¿Cómo puede ser que los padres de los compañeros decidan si tu hija sigue o no con ellos? También pueden hacer huelga y echarla.

¿Cómo puede ser que un orientador te diga o casi te exija lo que es mejor para tu hijo? ¿Cómo puede ser que no te dejen decidir sobre la escolarización o que cuando firmas unas adaptaciones curriculares no te cuenten que tu hijo nunca titulará haga el esfuerzo que haga cada día?

¿Cómo puede ser que el sistema expulse niños y niñas del colegio para llevarlos a colegios de educación especial que según la ley no debería existir pues tendrían que haberlos cerrado hace tiempo?

El artículo 24 de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad lo dice así:

¿Cómo puede ser que un niño y un adulto por tener un diagnóstico sea un problema o problemón para la sociedad en todos los sentidos?

Y este es el principal problema, los convertimos en números, en palabras, en prejuicios, en cosas y dejan de ser personas para siempre, como una condena. Suena fuerte pero es real y duele mucho porque no debería ser así, porque les estamos robando la humanidad y en realidad su vida.

Hay que tratar a las personas como personas que son, cumplir con sus derechos y también incluirlos en esta sociedad que quiere poco aceptar las diferencias, que prefiere ignorarlas pero que debe, de una vez por todas, empezar ya a cambiar sin tregua y sin pausa.

Con estas ilusiones mías cogí un avión dirección a Málaga. Allí encontraría gente que se hace estas y otras preguntas, y que quiere y trabaja por ese cambio.

Durante el trayecto me temblaban las piernas, también del miedo al avión, jeje pero era como un sueño cumplido. El cambio empezaba de la mano de Nacho Calderón y María José G Corell, 100 personas lo seguirían en directo y otras tantas on line.

Cuántas veces había pensado en ese cambio y ese día lo tenía ahí…

Yo no puedo explicar con palabras lo que allí se sintió y se trabajó para producir ese avance, esa luz en el túnel porque es tan negro el futuro de nuestros hijos que estas cosas son luz y aire como dice María Luisa Fernández que también estuvo presente junto con Ángel y el “Libro y la rosa”.

O Carmen Moreno, Alejandro Calleja, Lucía, Maite Gavilán, Estela Martín, Jorge Bueno, Francisco Urbano, Ana Solsoma, Raúl , Mirela Máximet, Ana Robles, Diana Farzaneh, Olga, José Luis, Virginia Ramos, Noemí, Ana Angulo, Ainhoa Yáñez con la ILA y el colegio Carlos Cano de Fuenlabrada, Carmen Morales, presidenta de SOLCOM etc, etc, etc

Había muchas personas que no conocía pero que las sentía muy cerca y juntos trabajamos…

El estallido de los silenciados lo nombra una persona muy querida y admirada por mi y mi familia y que tuve el gran placer de estar cerca y abrazarlo, Antonio Márquez, mi compañero de MesasNEE.

Estuvieron presentes, desde sus casas, mucha gente a las que tengo el placer de compartir vivencias y siento gran admiración: Carmen Saavedra, Paula Verde, Ramón Mancheño, Olga Lalin, Rocío Sotillos, Inma Cardona, Rosa, Esther Márquina, Miguel Ángel Román, María Rodríguez, Sandra, Carmela, Rosi, Araceli Santiago, Mónica Villaran, Toni Robreño, Coral Elizondo, Concha Casasnovas, Raúl Aguirre y “La cabeza de rinoceronte” Marisa, Ana, Blanca, Noelia, y tantos otros…etc, etc, etc

Se vivió el comienzo de algo importante y al final del día se respiraba alivio y sueños por cumplir. Cien personas que siguen trabajando en un grupo creado por Javier Herrera de“Petales España”

Tengo que decir que lo celebramos con unas pizzas y unas cervecitas mientras la emoción se mantenía…

Nos despedimos con más abrazos y al día siguiente nos fuimos a por el mar para traerselo a Lucía. Queremos que ella y todos los demás sepan que también pertenecen a este sistema y estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario para que sean PERSONAS con derechos y oportunidades. El mar es inmenso y allí caben todos.

No puedo terminar esta historia sin dar las gracias a todos los que han hecho posible este día, a los alumnos del Máster, al chico del micrófono por su paciencia, a Susana Fajardo, Ana y Fernanda Valdés por cuidarme tan bien y con tanto cariño, por ese billete de avión que yo nunca compré y por permitirme estar cerca de todos vosotros.

En la vuelta me traje una maleta de ilusiones, sueños, mucho cariño y la inmensidad del mar para mi familia.

Gracias de corazón .

En este enlace se puede ver completo:

WorkshopOrienta

Esta entrada se la quiero dedicar a mi hermano Toni y a los padres de Nacho Calderón por impulsar ese cambio.

Belén Jurado

4 thoughts on “La inmensidad del mar

  1. Hola Belen, me alegro que puedas compartir estos momentos y que veas un futuro mejor.
    Yo hay días que lo veo, otros como hoy, no.
    Yo tambien empezé un proyecto muy bonito para unir diferentes escuelas por la inclusión. Pero ves que todo cuesta tanto esfuerzo que agota. Así que espero recuperar fuerza y energía. Leyendote anima a seguir adelante.
    Un abrazo

    Liked by 1 person

Leave a comment