Este niño, el año que viene aquí no lo quiero.

“Eso de la inclusión, si tiene que llegar, ya llegará!” Me respondió una persona, miembro del equipo directivo, en una reunión de Comisión de Coordinación Pedagógica.

Seguimos enviando alumnado a centros específicos, a aulas específicas (que ahora, en el colmo de la ironía, en la comunidad valenciana son consideradas como escolarización ordinaria), a programas para alumnado con necesidades “especiales” o alumnado que va cambiando de colegio porque en el que estaban no los quieren…

“Este niño, el año que viene aquí no lo quiero” este fue el recibimiento que me hizo el equipo directivo en un colegio al llegar en septiembre.

O, recientemente, otro colegio que quería celebrar una fiesta porque un alumno se iba (no, no se va, lo habéis echado, lo habéis maltratado), solo necesitaba amor y respeto, pero, lamentablemente, hay personas, “profesionales de la educación” que no saben lo que es eso.

Se puede cuidar el lenguaje, como comentábamos en una conversación, tras la respuesta a la orientadora que, en el cambio de etapa a secundaria, me preguntaba sobre una alumna:
-Fulanita ¿qué problema es?
-Fulanita no es un problema, fulanita es una niña.
El lenguaje representa lo que pensamos.

No podemos ofender(nos) de este modo.

Seguimos maltratando de muy diversas formas. Alguna que ni siquiera imaginaba que pudiera existir.

No se trata de tolerancia, se trata de derechos.

Se trata de RESPETO.

Se trata de querer. Querer de voluntad y, sí, de amor.

Seguimos haciendo camino porque Quererla es crearla.

M José G Corell, orientadora.

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