Trauma psicosocial

Dícese del trastorno situado dentro de un determinado contexto interpersonal, social, económico, político, etc., al que subyace una visión de la salud mental entendida como un asunto que incumbe a las relaciones del sujeto con diversos elementos de su medio. O dicho de otra forma, define el impacto dañino que tienen los entornos hostiles crónicos sobre las personas y sus relaciones sociales. Es por tanto un tipo de trauma que tiene su origen en la sociedad misma, y que “se sostiene por las imperfectas mediaciones institucionales, grupales e individuales en las que participan” (M. Mínguez).
Cuando las experiencias vividas por cualquier estudiante constituyen una amenaza para su integridad psicológica (a veces también física), estas constituyen hechos traumáticos que afectan de manera indeleble su vida entera. Y si hablamos de hechos repetitivos y prolongados en el tiempo, que afectan a niños o jóvenes con poca o ninguna capacidad de respuesta, el potencial traumático es evidente.
Y esto ocurre cuando a un/a alumno/a se le rebajan las esperanzas en razón de su diversidad, cuando se le infantiliza, cuando se le obvia, cuando se le estira o se le recorta o cuando se le sitúa al margen de la vida de aula.
Cuando en el recreo se ve obligado a esconderse en el baño, o a fingir que le gusta estar en la biblioteca leyendo sólo, para que nadie se dé cuenta de esa soledad que le acorrala en el patio. Soledad que no sólo le aísla sino que también le avergüenza.
Cuando insisten en dejarle fuera de actividades que son obligatorias para el resto de la clase.
Cuando tiene que estar demostrando denodadamente su valía, medida esta en percentiles de aproximación al único molde que la escuela le ofrece.
Cuando le miran de arriba abajo, con una falta de aceptación que oscila entre la falta de confianza en sus capacidades y la sospecha de que ha dejado sin contestar el examen porque no le da la gana de esforzarse.
Cuando se da cuenta de que es invitado por pena o por obligación (da igual si es a un cumpleaños o a hacer los deberes en casa de un compañero).
Estoy hablando de hechos traumáticos psicosocialmente.
Y cuando estas experiencias tienen un carácter inenarrable, incontable e incomprensible para su entorno, cuando a nadie le importan los miles de obstáculos que salta o esquiva cada día solo para poder llevar una vida normal y corriente, o cuando a nadie le preocupa saber qué significa que un derecho que uno tiene le sea arrebatado por los maestros, por los vecinos, por quien diseña los espacios o los ocios colectivos… siguen siendo hechos traumáticos que despedazan los referentes de seguridad de este alumnado más diverso.
¿Hasta cuándo permitiremos que el trauma psicosocial sea parte de una normal anormalidad social? Porque no podemos aparentar que no lo sabemos.

Luluxa López

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