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Adhesiones al manifiesto:

[Para adherirte, escribe a educacionypunto19@gmail.com indicando tu nombre, apellidos y tu relación con la inclusión]

  1. Belén Jurado. “La habitación de Lucía” y “Proyecto Madres”, activista por una sociedad inclusiva.
  2. Alejandro Calleja Lucas. Activista por la inclusión.
  3. Paula Verde Francisco. “Mi mirada te hace grande”, activista por una sociedad inclusiva.
  4. Alicia García Canizalez. Activista por una sociedad inclusiva.
  5. Susana Fajardo. “Educación Digna para Todos ¡YA!”
  6. Marta Casal Cacharrón. Activista feminista, por una sociedad inclusiva.
  7. Fernanda Valdés Sánchez. “Educación Digna para Todos ¡YA!”
  8. Concha Casasnovas. “La cabeza del rinoceronte”, activista por una sociedad inclusiva.
  9. Ignacio Calderón Almendros. Universidad de Málaga.
  10. Mª José Gómez Corell. Orientadora educativa.
  11. Carmen Saavedra. “Cappaces”, activista por una escuela común y completa.
  12. María Luisa Fernández. “La mirada de Ángel”, por una sociedad inclusiva.
  13. Rubén Redondo. Padre.
  14. María Luisa Masero García. Madre.
  15. María Isabel Perogil Sabán. “Educación Digna para Todos ¡YA!”
  16. Carmen Moreno Olivera. Madre, defensora apasionada del derecho a educarnos juntos.
  17. Antonia Díaz Caído. “Educación digna para todos ¡YA!”
  18. Pedro Sánchez Paredes. “Educación Digna para todos ¡YA!”
  19. Sandra Fernández Carrera. Madre de una familia diversa.
  20. Loli Femenia. Madre de 2 niños con Autismo y Presidenta de la Asociacion Antenita y Olivian ONG
  21. Raúl R. López Reyes. “Orientación educativa sistémica”.
  22. Helena Domínguez Sánchez. Mamá azul para que la escuela sea una, para todos.
  23. Empar Reig Marco. Madre de una niña con una condición genética poco frecuente y docente.
  24. Jesús Berzosa Esteban. Maestro de Educación Primaria y padre.
  25. Juan G. Currás. Trabajador Social por la inclusión.
  26. María Luisa Alonso Rodríguez. Centro de educación especial concertado específico para personas con TEA.
  27. Mónica Martínez Sampietro. Fundadora de Crea-t Centro de Psicomotricidad y de la Fundación Centro Crea-t.
  28. Silvia Ramirez Ronda, autora del blog “Lactando en Diverso”, madre de dos, un niño y una niña, el mayor con autismo.
  29. Laura García Fernández. Educadora social.
  30. María del Carmen Camarero. Madre y maestra que lucha por una titulación que posibilite un futuro más allá de centros ocupacionales.
  31. Ana Solsona Prades. Creadora y activista de Disí (Diversidad, Sociedad inclusiva), madre luchadora.
  32. Fernando A. Caro Robleda. Papá azul, sin miedo a exigir el derecho de una educación de calidad inclusiva por derecho.
  33. Sissi Freire. Mujer y madre de una niña con diversidad funcional, activista por una sociedad inclusiva.
  34. Inmaculada Concepción Orozco Almario. Universidad de Sevilla.
  35. Blanca Carrasco Sierra. Madre.
  36. Silvia García Castellanos. Madre activista, convencida de los beneficios de una educación inclusiva y una sociedad donde tod@s tengamos los mismos derechos.
  37. Ana Elvira. Activista para una sociedad inclusiva y justa.
  38. Irma Iglesias Zuazola. Presidenta fundación Down 21 Chile, “Revolución inclusiva”.
  39. Ángeles Guamán. Madre y Educadora Especial.
  40. Mónica Cortés. Educadora, Activista, mamá y convencida de una única escuela que respete la diversidad humana.
  41. Gemma Fradejas Martínez. Mamá incansable y activista Somos Diversos.
  42. Irene Carranza Estévez. Orientadora educativa.
  43. Águeda Pérez. Madre, Fundación Auténticos.
  44. Cristina Martínez Sampietro. Directora de Crea-t Centro de Psicomotricidad y Fundadora de la Fundación Centro Crea-t.
  45. Lorena Gómez de la Fuente. Madre de un chaval de 2° de bachillerato que entiendo necesaria para todas y todos la educación inclusiva.
  46. Ana Neira. Madre, Blog “La pequeña Silvia”.
  47. María Belén Pérez Sanmartín. Educadora por una sociedad plural y rica.
  48. Montserrat Blanco Gutiérrez. Maestra de PT, tía de una persona con Nee, que tiene derecho a ser en la vida todo lo que quiera ser.
  49. Isabel Veiga Martínez. Madre, profesora de la ESO.
  50. Gema Seoane Morán. “Todos Sumamos Creando Inclusión”, activista por la justicia social y la inclusión.
  51. Maria Gironza. “Cazapeonzas”, Trabajamos por un mundo para todos.
  52. Soledad Carcelen Gandía. Familias por la inclusion educativa de Castilla la Mancha.
  53. Eva Candales. Madre, profesional de la educación física y amiga de personas especialmente maravillosas.
  54. Amaya Alcalde. Orientadora.
  55. Maria Lujan Angeli. Madre de 2 niños con autismo.
  56. Cintia Aires. Madre luchadora por hacer valer los derechos.
  57. Carmen Peteiro Bujan. La integración en la educación debe ir acompañada de la ayuda desinteresada que nace del corazón.
  58. Francisco Claudio Urbano Bohórquez. Discapacitado y activista por la inclusión de todos. #NoOneBehind
  59. María Jesús Magdaleno Pascual. Madre luchadora por la inclusión.
  60. Mari Carmen Álvarez. Asociación Todos Sumamos-Creando Inclusión.
  61. Nelia Sánchez Oviedo. Mamá resiliente y resistente.
  62. Alesander Tejera Martín. Con familia.
  63. Mirela Maximet. Una de las creadoras de DiSi, activista por la inclusión.
  64. Estela Martín Martín. Activista por los Derechos Humanos.
  65. Isabel María Ávila Fernández. Madre y tía de menores con diversidad funcional.
  66. Mayte Martínez Rodriguez. Madre, luchando por un futuro digno para todos.
  67. Belén García Ruiz. Luchadora incansable por una escuela para todos, activista por la inclusión.
  68. Ana de Ramón Bellver. Doble Equipo, activista educación, Inclusión y familia.
  69. José Luis Melero Matas. Defensor de una sociedad más inclusiva.
  70. M. Luisa Ávila Fernández. Madre y activista por una Inclusión Real Ya.
  71. Estrella Santos. Madre, luchando desde hace 4 años por el título de la ESO.
  72. Mónica Villaran Pérez. Mamá diversa, funcionaría de Justicia, activista en la lucha constante por la Inclusión.
  73. Elena Bermúdez Blanco. Activista por una inclusión Real ya!
  74. Mª Carmen La Osa Exojo. Madre de una niña diagnosticada TGD sin especificar que está cursando 4ª ESO con aspiración a titular.
  75. Irene De La Granja Muñoz. Maestra PT. Al lado y de la mano de personas adultas y niños y niñas con autismo y sus familias.
  76. Ana Isabel Fernandez. Madre.
  77. Diego Giráldez. Escritor y periodista.
  78. Bernardo Jordano de la Torre. Padre de dos niñas (increíbles) y Presidente Fundación Miaoquehago.
  79. Pilar López Pousada. Trabajadora de Atención Temprana.
  80. Patricia Jimenez. Madre de familia diversa, maravillosa, resiliente y resistente.
  81. Carlos Carral Fernández. Solo con la diversidad nos realizaremos completamente.
  82. Natalia Jurado Skok. Familiar de una niña con diversidad funcional.
  83. Isabel Reimundez Suárez. Concejalía Benestar Social e Igualdade, Concello de Sada, A Coruña.
  84. Luz Prada López. La sociedad es una sola con toda su diversidad y debe tener un reflejo en la educación.
  85. Laura López Pérez. Maestra de educación especial.
  86. María de los Ángeles Crespo Martín. Profesional de la Psicología Educativa por una sociedad inclusiva.
  87. Jorge Bueno. Padre.
  88. Maria Jose Llanos. “Educación digna para todos ya!”
  89. Manuel Villalobos Ponce. Maestro de Educación Primaria.
  90. Alejandro Duque Flores. Padre de un niño de 6 años con TGD y TEL.
  91. Lucía Bouzas Touriño. Mamá diversa en lucha para que se defienda, se practique y sea un derecho en igualdad, no un favor ni una casualidad.
  92. Sonia Castellanos. Madre en la diversidad, activista y voluntaria Argentina por la Inclusión escolar, social y laboral de personas con discapacidad.
  93. Antonio Márquez. Maestro de pedagogía inclusiva.
  94. Karina Milici. Activista de una de una sociedad inclusiva.
  95. Heike Freire. Pedagogia Verde, por una escuela biodiversa.
  96. Cristina López Santamarina. Madre especial en pie por una educación inclusiva real.
  97. María Amparo Rodríguez Lorenzo. Madre, lucho por la inclusión de tod@s. Por una educación inclusiva y de calidad.
  98. Matilde Vázquez Cea. Por una inclusión real.
  99. Roberto Prieto García. Activista por una escuela común y completa.
  100. Melissa Gutiérrez. Madre de Laura y luchadora por educarla.
  101. Jose Luis Aguirre. Activista por la igualdad de derechos de las personas con diversidad. Escuela PÚBLICA.
  102. Cristian Panadero Ortiz. Terapeuta ocupacional y fundador de ATO2.
  103. Celia Ballaltas Martín. Madre.
  104. María Luisa Payan Navacerrada. Diversa, Etiquetada e invitada a abandonar el sistema educativo. Integradora Social y estudiante de Pedagogía.
  105. María Guadalupe Saldaña Licona. Madre de dos niñas en edad escolar y preescolar, educadora y directora de un preescolar público.
  106. Marianella Macchiavello. Directora de la Institución Inclusiva El Shaddai.
  107. Eulalia Parra Mejías. Asociación *Emeritea* y miembro de la Plataforma del Voluntariado de Mérida.
  108. Raquel Camacho Lázaro. Madre de una niña de 6 años.
  109. María de los Santos Galindo Gómez. Madre de un chico con TEA de 16 años.
  110. Lourdes Prieto Granja. Madre de una chica con síndrome de Asperger.
  111. M Carmen Jiménez Gontán. Tengo una sobrina con síndrome de Down que no está recibiendo una educación inclusiva.
  112. Marta Soraya Vega Paino. Educadora y madre del TDA-H.
  113. Pamela Yañez Martinez. Asesora Educacional, Blog ComunidadesInclusivas
  114. Luis Miguel Redondo Prieto. Padre y luchador incansable contra la exclusión. “Todos Sumamos Creando Inclusión”.
  115. Lorena Calvo Ferrándiz. Maestra de Pedagogía Terapéutica, psicopedagoga, madre y activista por la educación pública, inclusiva y de calidad para tod@s. “Todos Sumamos Creando Inclusión”.
  116. Silvana Corso. Inclusión Educativa
  117. Alicia Queiro Pereira. Maestra de audición y lenguaje y madre de dos hijos, la mayor con diversidad funcional.
  118. Cristina Gómez Masiá. Madre, de un niño de 8 años con Síndrome Down y de otro de 7 años.
  119. Francisco Alcantud Marin. Padre y Profesor Universitario.
  120. Ana Pareja Arco. Madre de un chico con TEA de 15 aňos.
  121. Elvira Martínez Regos. TCAE, Feminista. Sin inclusión no es educación.
  122. Mariana Cadimar Izaguirre. Mamá de una niña de 6 años con síndrome de Down.
  123. Agustina Palacios. Directora Grupo de Investigación Interdisciplinario Discapacidad, Sociedad y Derechos Humanos, Universidad Nacional de Mar del Plata, Argentina.
  124. Conchi Somoza Torres. Asociación de Familias de peroas con paralise cerbral
  125. Ana Aguilar Cordero. Inclusión educativa para todos.
  126. Raúl García García. Padre de un niño que entre sus particularidades, una es el síndrome down. Miembro del consejo rector y consejo escolar de su colegio.
  127. Coral García Hortal. Psicóloga educativa.
  128. Rafi Tirado Blanque. Por una educación y punto.
  129. Odet Moliner. Universitat Jaume I.
  130. Beatriz Nicolás. Por una sociedad inclusiva.
  131. Maria Victoria Gómez Ares. A.T.E. y Psicóloga, luchando día a día por una inclusión real y para todos.
  132. Ana Rebollo Fidalgo. Madre y profesora, por una educación inclusiva YA.
  133. Fernanda Pardo. Educación social.
  134. Mercedes Giménez Alvir. Madre de tres hijos van a un colegio en el que se apuesta por la inclusión, voluntaria de ASPANDI.
  135. Moisés Valencia García. Padre de Víctor e Isaac, Maestro en Educación Musical y Primaria de la Consejería de Educación de la Región de Murcia.
  136. Mar Escobar. Madre de una chica y tres chicos. Por una sociedad inclusiva, porque entre todxs sí se puede.
  137. Elvira Elvas Romero. Por una educación digna!
  138. Plataforma Ciudadana ILP Escolarización Inclusiva (Adhesión Colectiva)
  139. Ainhoa Yáñez Preciado. Madre y Maestra en la escuela pública.
  140. Azucena Ortega Perez. Activista gracias a mi hijo en los Derechos humanos de la diversidad humana, luchando con vosotros por la Divertad y Respeto.
  141. Miguel Ángel Yebra. Legítimo propietario de un sentimiento apodado NORMALIDAD. Los que unos llaman inclusión, yo lo llamo normalidad.
  142. Pilar Pérez Ouro. Por una verdadera y única escuela para todos.
  143. Rebeca Llaguno, madre de 3 hijos, el mayor con TEA. Lo ideal, lo lógico, sería poder llevar a los 3 al mismo colegio.
  144. Olga Pau Viñas. Madre.
  145. Belén Zaragoza. Orientadora educativa.
  146. Encarna Ferrándiz. Orientadora educativa.
  147. Eulalia Arabia Gomez. Tía. Tiene derecho a una educación inclusiva de calidad.
  148. Mari Carmen Illán Macanás. Madre de una niña con diversidad funcional y una enfermedad neurológica rara. Siempre luchando por su felicidad.
  149. Chus Domínguez Senlle. Madre diversa.
  150. Daniel Segura Elorza. Por una educación inclusiva y menos competitiva.
  151. Eulalia Arnaiz Gomez. Activista por una educación inclusiva.
  152. Ana Rodriguez Rozados. Madre de dos hijos. La educación  es la base para  iniciar cualquier cambio.
  153. Susana Jiménez Jiménez. Madre.
  154. María Fernández de Sanmamed Maneiro. Maestra de educación infantil.
  155. Laura Garcia Ruiz. Madre de dos niñas en edad escolar. Down Sevilla y Provincia.
  156. Mari Carmen Muñoz Alcocer. Mamá de isaac, con TGD tel y Transtorno Grave de Conducta.
  157. Alicia Marco. Profesional del Neurodesarrollo, desde siempre creyendo en la inclusión de todos.
  158. Marian Calero Torres. Sin inclusión no llegamos a todos.
  159. Mercedes Navarro. Madre, defensora de una Escuela Única para Todos.
  160. Silvia Mayol Sánchez. Presidenta de AMPA y mamá activista por la inclusión y los derechos humanos.
  161. Isabel Bermejo Martín. Terapeuta Ocupacional, lucha por la inclusión de las personas con necesidades complejas.
  162. Adriana Montes Megias. Deseo igualdad en relación a la discapacidad.
  163. Maria José González Sarasola. Madre.
  164. María Teresa López Pérez. Maestra jubilada.
  165. José León. Padre.
  166. Rosa María Clavell García. Cofundadora de la Asociación Pitiusa por la Inclusión Educativa y Social.
  167. María do Mar Hermida Pico. Todas somos iguais e temos os mesmos dereitos.
  168. Sonia Mateo Larred. Madre.
  169. Jesús Marron Fernandez. Padre.
  170. Yolanda Pérez Freijeiro. ATE (Auxiliar técnico educativo).
  171. Sara Rubio Ayuso. Terapeuta Ocupacional.
  172. Blanca Francés Rodríguez. Por una escuela y un mundo inclusivo.
  173. Pablo Ces Rioboo. Pai de alumnos.
  174. Antonio Humberto Gálvez Pérez. Ciudadano y padre de un niño con Autismo, epilepsia… y una chica con TDA.
  175. Susana Pérez Vilariño. Responsable del área de Inclusión educativa de Teima Down Ferrol, activista de la inclusión como derecho, como principio y como fin.
  176. María Carmen Porrero Sobrino. Madre de un niño con síndrome de down con 13 años.
  177. Coral Hortal Japón. Activista por los derechos de las personas con diversidad funcional.
  178. Miguel Mendoza. Fundación para el Estudiante Universitario con Discapacidad (FEUDIS), Caracas, Venezuela.
  179. Alejandro Blanco. Fundación para el Estudiante Universitario con Discapacidad (FEUDIS), Caracas, Venezuela.
  180. María Patricia Biront. Madre, miembro fundador de A.S.D.R.A.. Activista por los Derechos Humanos y por una Sociedad inclusiva.
  181. Miguel Hernández Nores. Maestro de la Escuela Pública, buscando eliminar barreras y generar mejores oportunidades para todas.
  182. Maia Mondragon Etxaniz. Orientadora.
  183. Ana María Fernández Fernández. Mai de un neno con síndrome de Down.
  184. Gaud Fleury. Madre, deseando colegios inclusivos y respetuosos de la diversidad.
  185. Lorena Bello. Tía, y a favor de la inclusión en todos los ámbitos, educacional, laboral, deportivo. “Todos Sumamos Creando Inclusión”.
  186. Mónica María González Pigliacampo. Madre neuridiversa de un peke neuridiverso.
  187. Irina Mercader. Por una inclusión real, una educación para todas y todos.
  188. Olga Galve. Madre, en la lucha del derecho educación y punto.
  189. Sonia González Gil. Por una educación inclusiva y de calidad.
  190. Silvia Rodríguez. Psicóloga y mamá de dos niños tan únicos y diferentes como cualquier otro/a.
  191. Carmen Lopez Bernardez. Mamá de 2 niños maravillosos.
  192. Juan Marí-Mayans Gómez de la Serna. Activista por la inclusión.
  193. Maite Hernández Estévez. Luchadora Infatigable por los derechos de mi hija. Por una Escuela que no estigmatice a las personas por sus diferencias.
  194. Eva Franesqui. Por una educación de calidad para tod@s.
  195. Gema Bordallo Flor. Madre de tres niños, uno de ellos con autismo. El mundo es de TODOS y TODOS tenemos mucho que aprender y que enseñar a los demás.
  196. Sonia Sanchis. Madre de 4 niños y me gustaría adherirme al proyecto para conseguir una escuela inclusiva para ellos y tod@s l@s niñ@s.
  197. Laly Luna Tortonda. Madre de un alumno de 18 años con TEA.
  198. Conchi Sierra. Mama azul, presidenta de la Asociación Activando.
    Por una educación igualitaria y de calidad YA.
  199. Reme Herrero Mompó. Profesora inclusiva.
  200. Nieves Taboada Sanchez. Madre de un niño con SPG 50. Por un educación de calidad para tod@s.
  201. Sara Reimòndez Prieto. Logopeda y Maestra de Audición y Lenguaje. Tía.
  202. Chema Álvarez Rodríguez. Profesor FP del Ciclo Formativo Técnico de Atención a Personas en Situación de Dependencia.
  203. Pablo Solsona Prades. Hermano de madre luchadora.
  204. Mercedes Bernal Márquez. Maestra y madre, defensora apasionada de una escuela completa donde se respeten los derechos de todos.
  205. María Milagros Mourelle Blanco. Madre de Matías con PCI y TEA. Defensora de la Educación de Calidad, inclusiva y diversa, como la vida, con los recursos necesarios.
  206. Eva Cortina Tirado.  Feminista. Sin educación ni inclusión no hay razón.
  207. Estrella Solsona Prades.
  208. Laura de Prado Padierna. Madre de un niño TEA y profesora de educación secundaria. Por una formación y sensibilización del profesorado.
  209. Sandra Moreno Quintanilla. Periodista concienciada.
  210. Leticia Bango. Mamá. Que todos seamos diferentes es de lo más normal.
  211. Paz Boira. Dibujante de novela gráfica. Arteterapeuta, miembro de la asamblea conviure amb diversitat y fundadora del colectivo La Cabanya.
  212. María Oñez Martín. Madre.
  213. Belén Blanco. Abuela de un chico con TEA
  214. Marisa Saavedra Muñoz.Trabajadora social, activista por la justicia y la igualdad de derechos.
  215. José Tomás García González. Técnico en Integración Social de alumnado con TEA.
  216. Ana Cerezo. Mamá luchadora e incansable de los derechos de inclusión. Creadora y activista de Disi ( Diversidad Sociedad Inclusiva).
  217. Carlos Pajuelo Moran. Orientador.
  218. Dora de Miguel Hernández. Profesora de Creatividad y Expresión Dramática. Activista por la inclusión.
  219. Cristina Palacios Castro. Mamá de una niña trans y presidenta de ARELAS, asociación de familias de menores trans.
  220. Susana Vila. Maestra optimista y apasionada que defiende una sociedad cada día mas equitativa.
  221. Sandra Illescas Lorca. Estudiante de psicología.
  222. Manuel Pan. Padre de una niña que quisieron llevar a un centro que no le pertenecía por tener PC, hoy es un ejemplo en su cole y sobre todo una mas.
  223. David González Gándara. Orientador en primaria.
  224. Mª Carmen de las Heras López. Soñadora de una sociedad inclusiva.
  225. Serafín Escalona Heredia. Soñador de una educación digna para tod@s.
  226. Raluca Aurelia Neagu. Si uno no lo vive, no se le enseña como es vivir de otra manera.
  227. Ana Angulo Fernández – Pacheco. Orientadora educativa.
  228. Alberto Martínez. Padre de niño diagnosticado de TDAH y TEA.
  229. Adriana PARRAGA Megias. Luchadora, activista, utópica y creadora de DISI (Diversidad, Sociedad Inclusiva)
  230. Maricarmen Fernández Retamosa. Madre de Clara, creadora del blog “Para Clara”, e inmersa en que reconozcan sus derechos, no como si fueran favores.
  231. Segundo Fontao. Pia dunha nena e dun neno.
  232. M Teresa Mora Calvo. Una madre que lucha por una educación inclusiva real.
  233. Virginia Durán García. Madre y educadora.
  234. Vanesa Reyes Romero. Madre de un niño con Síndrome de Tourette.
  235. Ana Isabel López Ballarín. Madre de estudiante de primaria normotípica.
  236. Silvia Bascuñana Pérez. Madre de un niño de 4 años con T.E.A.
  237. María García-Consuegra. Estudiante de psicología.
  238. Carlos Álvarez Ávila.
  239. Maria Soledad Nogueira Marta. Mamá azul por una escuela en la que se exista el derecho a ser diferente.
  240. Loli Martínez. Madre de una niña de 6 años comprometida para que todas las niñas y niños tengan una educación extraordinaria!
  241. Sandra Pérez Tébar. Maestra, psicóloga y futura orientadora educativa por los derechos humanos.
  242. Ana Cristina Moreno León. Maestra de E.E.
  243. Monica Laso Suarez. Mami Luchadora incansable por la inclusión.
  244. Pilar Lima Gozalvez. Senadora Territorial por la Comunidad Valenciana
    Grupo Parlamentario Unidas Podemos-En Comú Podem-En Marea.
  245. Mª José Martínez Cabero. Es maravilloso incluir a todos y todo!!
  246. Ramon Mancheño Oña. Padre. Defensor de los derechos de mi hijo.
  247. Antonio González Pérez. Director de un centro público que aspira a ser inclusivo.
  248. Lola Hernández Gallardo. “Animales, Amor, Amistad”, divulgadora por una humanidad que acepta, incluye y comparte. Madre de dos jóvenes adolescentes.
  249. María Jiménez Martí. Educadora Social, Psicopedagoga y estudiante de Magisterio.
  250. Noelia Menéndez. Madre de Manu, con síndrome de Down y creadora del blog “Me sobra un cromosoma”, actualmente en primero de Magisterio.
  251. Ana Varela. Madre.
  252. Rebeca Franco. Madrina de Lisar do. Por una sociedad inclusiva.
  253. Africa Ferreiro Gironés. Madre de dos niños con distrofia muscular de Steiner, miembro de ASEM asociacion de enfermos de enfermedades neuro-musculares.
  254. Marta Cabello Hervera. Madre de #PolPetit, activista autismoS.
  255. M.Carmen Miguel,  madre de un niño con diversidad funcional. Luchando por una inclusión real.
  256. Virginio Rubio. Tío.
  257. Antonia García Calle. Activista feminista, madre de dos hijos. Por una escuela pública e inclusiva para todas y todos.
  258. M. Carmen Gontán Morales. Abuela.
  259. Estrella Solsona. Diversidad educación Inclusiva.
  260. Inma Garcia. “Por una sociedad inclusiva”.
  261. Juan Dorado Outeda. Padre de un chico con TEA.
  262. Manuel Exposito Bautista. Familiar de una persona con autismo, por su inclusión en la sociedad.
  263. Inma Albiach Sancho. Familiar de una persona con autismo, por su inclusión en la sociedad.
  264. Mireia Exposito Albiach. Familiar de una persona con autismo, por su inclusión en la sociedad.
  265. Maria Lois. Profesora de FP básica, activista por educación inclusiva real YA.
  266. Gabriela Santuccione. Miembro del equipo coordinador de Grupo Artículo 24 por la Educación Inclusiva (Argentina), una coalición de más de 160 organizaciones de la sociedad civil.
  267. Manuel Navas Aguado. Familiar de una persona con autismo. Quiero y lucho por su inclusión  en la sociedad.
  268. Eva María Fernández Martínez. Educación Digna para todos y todas ya.
  269. Maria Dolores Montes. Mamá de dos niños.
  270. Ana María Fernández Páez. Activista por una Educación inclusiva.
  271. Ignacio Campoy Cervera. Instituto de Derechos Humanos “Bartolomé de las Casas” de la Universidad Carlos III de Madrid.
  272. María Amparo Navas. Tía de una persona con autismo y quiero su inclusión en la sociedad.
  273. Manuel Navas Artesero. Tío Familiar de una persona con autismo. Quiero su inclusión en la sociedad.
  274. Lisardo Fernández Conde. Educador en centro de educación especial.
  275. Susana Del Barco. Maestra. Creo en la educación inclusiva, para tod@s.
  276. Charo Martín-Arroyo Neva. Por ti. Por todos.
  277. Carmen Máximo Torres. Profesora de Apoyo y madre de dos hijos con AACC, uno de ellos, fracaso escolar.
  278. Sandra Saavedra Lorenzo. Todos somos diferentes por lo tanto, todos somos iguales.
  279. Marigel López. Sociedad inclusiva. Educación inclusiva.
  280. Cristina Agud. Blog petitsretallsdevida. Madre de una preciosa niña, activista por la educación inclusiva. Luchando día a día para que sea realidad.
  281. Educación Digna Para Todos (Adhesión Colectiva)
  282. Juan Exposito Majon. Familiar de una persona con autismo, para su inclusión social.
  283. Maria del Carmen Exposito Majon. Familiar de una persona con autismo, para su inclusión social.
  284. Eva Maria Exposito Martinez. Familiar de una persona con autismo, para su inclusión social.
  285. Christian Espert Ferrer. Familiar de una persona con autismo, para su inclusión social.
  286. Esther Exposito Bautista. Familiar de una persona con autismo, para su inclusión social.
  287. Ana Roman Arenas. Luchando por la inclusión desde que tengo memoria. Discapacitada visual y madre de una niña de 10 años con TEA Asperger.
  288. Eva María Rodríguez Torrado. Madre TEA.
  289. Jaime J. Chiner. Conseller de FAMPA Valencia.
  290. Mario Antonio Choy Paz Soldan. Conseller y presidente de la Comarca Horta Sud de FAMPA Valencia.
  291. Amparo Botella Alonso. Maestra de educación Infantil.
  292. Sergio Maroto Navas. Familiar de una persona con autismo, quiero  su inclusión en la sociedad.
  293. María Navas Torres. Terapia Ocupacional.
  294. Tomás Martínez Orts. Papá de una persona con autismo.  Viva la inclusión.
  295. Inmaculada Antequera Navas. Familiar de una persona con autismo. Quiero y lucho por su inclusión  en la sociedad.
  296. Joanna Navas Artesero. Tengo un hijo con autismo. Tiene 9 años y la inclusión es muy importante para su bienestar social y educación.
  297. Rosa María Romero Blanco. Maestra de Educación Primaria en centros públicos de la Comunidad de Madrid.
  298. Esther Chumillas Moreno. Psicopedagoga y maestra con diversidad funcional  que quiere que todo el mundo sea, esté y participe en la sociedad.
  299. Sonia Romero. Madre activista de la inclusión por derecho y defensora de la diversidad como valor.
  300. Charo Bañobre González. Madre diversa y profesora de secundaria. Por una educación y una sociedad que respete la diversidad.
  301. Virginia Ramos. Madre.
  302. Cristina Pérez Castaño. Educación Digna para Todos ¡YA!
  303. Maria Soledad Garcia Penalta. Madre de un chico con síndrome de Asperger y gerente de ASPERGA (Asociación Galega de Asperger).
  304. Sonsoles Mosteiro Sigüenza. Terapeuta ocupacional en ASPERGA (Santiago de Compostela), iniciando el proyecto “Ocupacións Significativas”.
  305. Mar Vieites Alonso. Mamá soñadora de un mundo con inclusión REAL, que sólo llegará a través de la educación.
  306. César Giménez Sánchez. Hermano y amigo. Se debe mirar todo como un proceso global, no hay que encapsularnos más de lo que ya lo hacen.
  307. Francisca Aurora León Megias. Madre de cuatro niños.
  308. Olivier Sánchez. Padre de una niña de 8 años con síndrome de Down.
  309. Francisca Besó Mari.
  310. Diana Nieto. PT, AL y Experta en Atención temprana. Apuesto y creo en una escuela en calidad.
  311. Sara Espinosa Tejedor. Profesora y PT a favor de la inclusión.
  312. Maite Hernández Estévez.  Madre. Luchadora infatigable por la Inclusión en todos lo ámbitos de la sociedad.
  313. Noemi Seguí. Integradora social y activista por los DDHH, miembro de Obrim Fronteres València.
  314. Lourdes Crespo Tarazón (Presidenta de la Federación de Asociaciones de Solidaridad con el Pueblo Saharaui del País Valencià). Educación Justa para todas.
  315. Ana Sanchez Bello. Activista por un mundo para tod@s.
  316. María García Reina. Madre de una niña con TEA.
  317. Diana Farzaneh Peña. Maestra e investigadora integrante del grupo de investigación de la UMA HUM- 246 y del grupo de profesorado del Proyecto Roma.
  318. Laura Jurado Aliseda. Maestra de Educación Infantil y PT. Activista por una educación inclusiva real.
  319. Mila Artesero Auñon. Abuela de una persona con autismo. Quiero la inclusión de mi nieto en la sociedad.
  320. Gregorio Navas Barchino. Abuelo de una persona con autismo. Quiero la inclusión de mi nieto en colegios, Instituto….
  321. Daniel Maroto Navas. Familiar de una persona con autismo. Urge una inclusión verdadera en la sociedad, luchemos por ella.
  322. David Martínez Navas. Tengo autismo y las personas con autismo pedimos una educación  inclusiva, ya que es un derecho.
  323. Emma Mª Seoane UZAL. Madre, trabajadora social, terapeuta familiar.
  324. Silvia Maroto Navas. Familiar, quiero su inclusion en la sociedad.
  325. Margarita Alonso Guevara. Miembro Foro Vida Independiente y Divertat.
  326. María Dolores Haro Martínez.  Madre.
  327. Antonio López Pérez. Padre.
  328. Papa Balla Ndong. Coordinador Curso de Capacitación para atender a personas con Diversidad Funcional.
  329. Mariola Rueda. Madre de joven con diversidad intelectual y activista por los derechos de las personas con diversidad funcional. Asesora de Solcom.
  330. José Antonio Nóvoa. Activista de derechos humanos y vida independiente.
  331. Fidel Rozalem Suárez. Padre y hermano. Educación digna para todos YA!
  332. Diego Rubio Cano. Padre viviendo con una niña que tiene Síndrome de Williams es maravilloso, blog EL REGALO NÚMERO 7.
  333. Soraya Carmona Extremera. Mamá y Educadora Infantil o mejor dicho acompañante de grandes maestros.
  334. Mar Álvarez Carballo. Madre activista por los derechistas humanos. Asociación Solcom lucha por la divertad Dignidad y Libertad.
  335. Gabriela Rodriguez. Musicoterapeuta y creadora de Musiadapta.
  336. Verónica Gutiérrez. Madre de chico Asperger. Socia y vocal en Asociación Asperger Baleares.
  337. Miguel Angel García Martínez. Padre de un niño con síndrome de Williams.
  338. María del Carmen Fernández Campos. Madre.
  339. Nieves Cebrián Rodenas. Psicóloga y directora de un centro de atención a personas con discapacidad.
  340. Cristina López Alonso. Madre de un hijo que tiene Parálisis Cerebral, la inclusión es una meta a la cual hay que llegar pese a todos los obstáculos que nos pongan.
  341. María Arce. Activista por una educación inclusiva.
  342. Herminia Barcia Pérez. Madre de un niño con autismo.
  343. Nuria García Galeón. Madre de niño con autismo y profesora de secundaria.
  344. Susana Camacho Casas. Madre de un niño con TEA de 12 años que acude a un aula TEA de un centro preferente donde no existe la inclusión.
  345. Sara Navas Álvarez estudiante medicina. Prima. Quiero una inclusión para mi primo en todos los ámbitos.
  346. Karin Schröder Eberbach. Mamá de tres hijas, Educadora y Coach Ontológico. Lo mío es pasión por la diferencia.
  347. Miguel Ángel Martín Fernández. Maestro de educación especial. Defensor de los derechos de los niños y de una sociedad mejor.
  348. Domitila Navarro Sánchez. Abuela de una nieta con síndrome de Down.
  349. Ana María Pallicer. Madre de un niño con Síndrome de Williams, deseando que se haga realidad la inclusión en todos los ámbitos de la vida!
  350. Carmen García Ballesteros. Madre de un niño (con autismo), por la diversidad  y una educación  inclusiva.
  351. Soledad Mochales. Psicóloga. Convencida de que la diversidad enriquece.
  352. Guadalupe Nauda. Activista, defensora de los derechos humanos y militante activa en podemos Ibiza.
  353. Lydia Corral Rodríguez. Madre, luchando por la inclusión como un deber no como un favor. Queremos que se respeten nuestros derechos!
  354. Francisco Javier Martin Ojeda. Maestro de educación Especial.
  355. Rosa González González. Madre, defensora de la igualdad de oportunidades y la belleza de la diversidad como ocasión de crecimiento.
  356. Trinidad Fernández Mahugo.
  357. José Antonio Espinosa Pérez. Activista por la plena inclusión de las personas con diversidad funcional.
  358. María Rodríguez. “Cinco Sentidos y Medio”. Madre. Activista por una sociedad inclusiva.
  359. Laura Frau Tomas. Asociación Edu-k.
  360. Mari Cruz Martínez Ayala. Tía de una persona con autismo. Quiero una sociedad inclusiva para mi sobrino.
  361. Nicolás Navas Barchino. Tío de una persona con autismo.  Quiero la inclusión de mi sobrino porque es su derecho.
  362. Aleix Vicente Solsona. Joven diverso que quiere demostrar que se puede.
  363. Ana Suárez. Presidenta de la Asociación ANY (Ayuda a Niños como Yo). Maestra y Mamá de una chica con diversidad funcional.
  364. Lucia Rubio Solsona. Inclusion ya!
  365. Gema Mestre Boscá. Orientadora educativa en la CV.
  366. Estrella Rubio Solsona. Diversidad, inclusión, visibilidad.
  367. Antonio Robreño Canaleta. Padre de un precioso niño con s. Down y TEA.
  368. María José García Donaire. Soy madre de una persona con síndrome de Down. He sido maestra. Tuve claro, que sería “educación y punto”, para él y demás alumnado.
  369. Natalia Torres Cardona. Madre de 2 niños, convencida de que otra educación es posible.
  370. Lara López Pena. Madre y docente.
  371. Teresa Peñalver. Madre y Defensora de la educación inclusiva. Todos tenemos derecho, todos diferentes.
  372. Isidro Collados. Profesor de secundaria. Porqué creo en la educación inclusiva.
  373. Pilar Parejo Murillo. Mamá de una niña con síndrome de Williams y muchas ganas de aprender.
  374. Carmen Serrano Pozo. Maestra de PT, sueño con un sistema educativo por y para todos/as.
  375. Javier Rodríguez. Padrino.  Incluir es sumar.
  376. Manu Porteiro.
  377. Juana Caballero Andújar. Amiga. Por una sociedad inclusiva.
  378. Victor M. Alias. Presidente Asociación SUPerando y convencido de que la diversidad nos enriquece.
  379. Marga Sanchís. Familiar de una persona con autismo, y queremos su inclusión en la sociedad.
  380. Nayara Sanchís. Familiar de una persona con autismo, y queremos su inclusión en la sociedad.
  381. Cari Camarero. Mestra PT xubilada.  Por un mundo igualitario con diferencias.
  382. Lola Murillo Perez. Derechos Humanos Ya!!
  383. Amparo Artesero Plata. Familiar de una persona con autismo. Para una sola escuela para todos YA!
  384. VI Andalucía – Asociación Vida Independiente Andalucía (Adhesión colectiva).
  385. Joana Plata López. Psicóloga y familiar. Quiero su inclusión en la sociedad.
  386. María Redondo. Por una escuela para todos.
  387. Carmen Álvarez Vázquez. Madre.
  388. María Aroa Sanchez Polo. Madre de un niño con síndrome de Williams.
  389. Juan Carlos Medina Pous. Tío de una persona con autismo. Quiero la inclusión de mi sobrino en esta sociedad.
  390. Carlos Medina Navas. Estudiante y primo de una persona con autismo. Quiero su inclusión en la sociedad.
  391. Paula Medina Navas. Estudiante y prima de una persona con autismo. Quiero la inclusión en esta sociedad.
  392. Marian Navas Martínez. Prima. Quiero y deseo su inclusión.
  393. Sonia Cuenca García. Profesora de FP, de Servicios a la Comunidad, comprometida con la Educación Inclusiva.
  394. Sandra Benet Carlos. Mama de un niño de 7 años con diagnóstico Tea.
  395. Mari Cruz Navas Martinez. Por una sociedad inclusiva.
  396. Manuel Navas Barchino. Tío de una persona con autismo. Pido la inclusión de mi sobrino en esta sociedad.  Es un derecho.
  397. María del Mar Álvarez Padilla. Tía de una persona con autismo. Quiero la inclusión de mi sobrino en esta sociedad.
  398. Juan Navas Barchino. Tío de una persona con autismo. Quiero y pido la inclusión de mi sobrino.
  399. Ana Belen Rodriguez del Ramo. Por una sociedad que incluya la diversidad.
  400. Gabriel Muñoz Oliver. Por una sociedad que incluya la diversidad.
  401. Juan Maroto Torres. Tío de una persona con autismo. Quiero una sociedad inclusiva para mi sobrino YA.
  402. Margarita Navas Barchino. Tía de una persona con autismo. Quiero y deseo la inclusión de mi sobrino en esta sociedad.
  403. Leo Granados Molina. Tía de una persona con autismo. Quiero la inclusión de mi sobrino en esta sociedad.
  404. Juan Navas Aguado. Familiar de una persona con autismo. La inclusión de mi primo es un derecho.
  405. Ana Belen Rodriguez del Ramo. Quiero que mi hija se eduque en igualdad en todos los aspectos de su vida.
  406. Cristina Aguado Calderón. Tía Familiar de una persona con autismo. Quiero la inclusión de mi sobrino porque es un Derecho.
  407. María Carmen López Marcos.
  408. Silvia González Jurado. Mamá de una niña con Síndrome de Williams.
  409. Juan Antonio Vicente Prades.
  410. M. Ángeles López Romero. Orientadora escolar.
  411. Jesús Mª González Martínez. Músico activista por una sociedad inclusiva.
  412. Juanita Miguel. Supervisora Escolar de Educación Especial.  Activista a favor de la Inclusión.
  413. Rubén Spinacci. Actor, director y pedagogo.
  414. Antònia Deyá Oliver. Maestra de Educación Primaria y maestra de AL. Me duele ver sufrir a los niños!
  415. Anna Lopez Campoy. Presidenta Fundadora de la Asociación de padres de afectados por Tdah y trastornos del Neurodesarrollo TDAH VALLES.
  416. Soledad Peris Gallego.
  417. Héctor Moratiel Rejas. Activista por la inclusión. Asociación Somos Diversos de León.
  418. María Garrido Poveda. Educadora de personas con discapacidad intelectual aunqe soy PT y lucho como puedo por la inclusión y la igualdad!
  419. Almudena Feria Pernas. TEActivista y defensora de la inclusión. Madre de Miguel y Pedro, con TEA y TDAH.
  420. Lola López. Bailarina y activista sobre ruedas.
  421. Raquel González Lupeña. Madre de una persona de 29 años con TEA, ya nunca tendrá la oportunidad de escuela inclusiva.
  422. Rafi Tirado Blanque. Madre de un niño de 13 años con diversidad funcional.
  423. Marta Galvez Rojas. Trabajadora de atención temprana. Siempre por la inclusión en todos los ámbitos de la vida.
  424. María José Ariza. Madre de peque con Tea, con suerte hasta la fecha de tener un cole ya no inclusivo, sino integrador, junt@s somos más somos mejores.
  425. Maria Angeles Alonso Fernández. Mama de dos niños con distrofia muscular de Duchenne.
  426. Manuel Huertas Herrera. Padre de un chico con síndrome de Williams (14 años).
  427. Julián Guillén Rodríguez. Integrador Social en un centro de atención a personas con discapacidad intelectual.
  428. Arantxa Antón Fuentes. Madre de dos niños, uno con Síndrome de Williams y escolarizado en ordinaria con apoyos. Quiero que los dos tengan su sitio en un única escuela para todos.
  429. Toñi López Rodríguez. Educación Digna para todos, ya! Miembro de asociación “Emeritea” Lucha por la inclusión.
  430. Patricia Almazan. Madre de un niño con Síndrome de Williams. Luchando día a día por un sociedad de inclusión y digna! 
  431. Verónica Piqueras Gómez. Técnica de integración social con personas con enfermedad mental y potenciadora de su empoderamiento.
  432. Maria Dolores Jiménez Barchino. Familiar de una persona con autismo. Quiero su inclusión en la sociedad.
  433. Juan Jurado. Abuelo.
  434. María Herruzo. Abuela.
  435. Juan Antonio Jurado. Hermano.
  436. Vanesa Lima Lopes. Madre.
  437. Santi Márquez Cortes. Amiga de unos padres maravillosos y luchadores.
  438. Marta Sebastián. Madre, pragmática, pacifista y optimista. Defensora de los derechos humanos de todas y cada una de las personas.
  439. M. Koldobike Velasco Vázquez. Trabajadora social y de las que piensan que la educación es de todas o no es de nadie.
  440. Asociación Canaria de Economía alternativa (Adhesión Colectiva).
  441. REDESSCAN: Red Canaria en defensa de los derechos sociales (Adhesión Colectiva).
  442. Ana Veredas. Apoyo incondicional por una sociedad inclusiva.
  443. Pepa García García. Madre. Miembro de APANEE de Torrevieja.
  444. Trinidad Marrone, Lic. en Psicopedagogía. Ser humana.
  445. Cristina Labarta Ferrer. Madre de un niño con TDAH (Torrevieja).
  446. Cristina Jurado. “Por una educación inclusiva y digna”.
  447. Candelaria Lencina Juárez. Miembro de la Asociación de Familias por la Inclusión Educativa de Castilla La Mancha.
  448. Juan Antonio Conde Palomares. Padre de un niño diagnosticado y TEA, acude a  colegio “ordinario”.
  449. Alejandro Rodríguez-Picavea Matilla. Activista y miembro del FVID, asesor de SOLCOM.
  450. Emma Alite Ruiz.  Madre de una niña con dislexia y TDA.
  451. Cibrán Feijoo Formoso. Padre de una niña con discapacidad.
  452. Paz Guzmán López. Orientadora Educativa.
  453. Macarena García Heredia.  Orientadora  educativa.
  454. Rubén Calleja Loma. Lucha por la defensa de sus derechos y dignidad.
  455. Lucía Loma Luis. Madre inclusiva y diversa.
  456. David Calleja Loma. Hermano que vive día a día la lucha por la inclusión.
  457. Nieves Loma Luis. Tía comprometida con la inclusión de su sobrino. 
  458. Adela Luis Alonso. Abuela que vive la inclusión.
  459. Mercedes Alcántara Carrillo. Persona con diversidad funcional.
  460. Alex Sotelo. Padre de un niño de nueve años con diversidad funcional luchando por una inclusión real.
  461. Ismael Llorens Santamaría. Activista por los Derechos Humanos y la Vida Independiente.
  462. Manuel Perez Garcia. Discapacidad.
  463. Andreu Vicente Solsona. Activista y hermano, concienciado y convencido de conseguir una educación inclusiva y con derechos para todas/os.
  464. Pepe Fernandez Écija. Persona con discapacidad y defensor de los derechos de las personas con discapacidad.
  465. Vanessa Tello Olmos. Mamá guerrera.
  466. Raúl Gijón Rodríguez. Maestro.
  467. María Remedios Parraga Megias. Maestra de Pedagogía Terapéutica que apuesta por una escuela para todos.
  468. Marta Navas Álvarez.  Farmacéutica y prima de un niño con autismo. Es necesaria su inclusión en la sociedad.
  469. Antonia Martínez Sánchez.
  470. Julieta Verónica Fernández. Madre de una niña con Síndrome de Down.
  471. Raquel Aguirre Martín. Miembro del “Foro de Vida Independiente”.
  472. Esther Gómez González. Maestra de educación especial y PTSC en CPEE de la Comunidad de Madrid.
  473. Rosa Carratalá. Madre. Por la inclusión si o sí!!
  474. Tona Requena Collado. Maestra de corazón.
  475. María José Hidalgo Iglesias. Madre de un chico de 12 años diagnosticado Síndrome de Asperger, pertenecemos a ASSA (Asociación Sevillana Síndrome de Asperger).
  476. Àngels Moreno. Mujer, madre, docente. Les diferències han de deixar de ser desigualtats.
  477. Txema Castro Lacunza. Padre de Aner.
  478. Alejandra Becerril Rojas. Maestra de apoyo en USAER. Mi lucha es lograr un cambio de paradigma en los maestros para lograr que todos apostemos por la inclusión!
  479. Javier Martínez Sánchez. Estudiante de Técnico en Animación Sociocultural y Turística. Todos deberíamos tener la inclusión total como meta.
  480. Isabel Artacho. Abuela de un niño con diversidad funcional,  acompañando a mi hija y nieto por la lucha de sus derechos inclusivos en la sociedad.
  481. Lourdes Arrieta Ormazabal. Madre, con diversidad funcional física. Lucho por la inclusión social global.
  482. Emilia Aguilar Rubio. Por un mundo con y para tod@s, ya!
  483. Elena Fernández Gómez. Voluntaria “Trevol”, organización ayuda a personas con diversidad funcional.
  484. Mercedes Alonso López. Defiendo el derecho de una escuela para tod@s, donde cada persona tenga valor, aprenda para la vida y sea respetad@.
  485. M José Cantó. Madre y maestra de primaria. Sin inclusión no hay educación.
  486. Joana Vidal Gonzalez. Madre y guía-intérprete de personas sordociegas.
  487. Rosa Conca Pérez. Persona discriminada por diversidad funcional. Miembro FVID, de l’Assemblea Conviure en Diversitat d’Ontinyent (València) i Muntis.
  488. Aitana Miró. Madre, profesora, psicóloga y habitante de este mundo rico en diversidad.
  489. Meri Artacho Matés. Pedagoga y logopeda, familiar, con ganas de una sociedad inclusiva.
  490. Ana Moral López. Madre, tía y convencida de una educación para todos.
  491. Pamela Molina Toledo. Especialista en Discapacidad de la Organización de Estados Americanos. Participante del Comité Ad Hoc que escribió la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
  492. Mª Pilar Codina Lorente. Maestra, madre y miembro de la asociación: Familias por la Inclusión Educativa de Castilla-La Mancha.
  493. Alberto Manzanares Jiménez. Estudiante y con un primo con autismo. Quiero que mi primo tenga una inclusión YA. Es un derecho.
  494. Álvaro Manzanares Jiménez.  Estudiante y con primo con autismo quiero su inclusión YA.
  495. Josefa Jiménez Navas. Tengo un primo con autismo y es necesaria su inclusión.
  496. Joaquína Navas Barchina. Tengo un sobrino con autismo y es un derecho su inclusión.
  497. Ricardo Hidalgo Sanz. Papá de tres niños, uno de ellos con autismo. Por una educación sin complejos y de calidad para tod@s.
  498. Irene Gandia Mollà. Activista, feminista defensora dels drets humans.
  499. Gema María Mato Gómez. Madre de un niño de tres años y medio con Trastorno del espectro autista en lucha constante por conseguir la igualdad de derechos.
  500. Elena Monreal Alberca. Madre.
  501. Iñaki Ugalde del Arco. Por una educación inclusiva y real, sin programación mental para las personas. Que respete los ritmos y los intereses reales.
  502. Marta de la Calle Portela. Colaboro con familias para apoyarles en la crianza y desarrollo de sus hijos e hijas.
  503. Sayo Fita. Educadora de Educación Especial. Educación, un nombre sin apellidos.
  504. Lucía Melchor Sánchez. Educada en centros de educación especial, dediqué mi vida laboral a que otras personas no tuvieran que vivir esta experiencia.
  505. Esther Sáenz Ortega. Mujer, feminista, defensora de los derechos humanos. Por una educación inclusiva.
  506. Camila Flores. Psicopedagoga. Acompañante Terapéutico. Madre. Ser humana.
  507. Patri García Pérez. Persona.
  508. Reyes Caparrós Esperante. Persona.
  509. Alina Gabriela Rogoveanu. Persona que lucha por el cumplimiento de los derechos humanos y una educación inclusiva.
  510. Gerardo Echeita Sarrionandia. Profesor titular en la Universidad Autónoma de Madrid. Consorcio para la Educación Inclusiva. EQUIDEI.
  511. Todos Sumamos Creando Inclusión (Adhesión Colectiva).
  512. Márgara Sedeño Manjarrez. Madre de niño con TEA, activista e implicada en la inclusión escolar y social.
  513. Pedro García del Pozo. Padre de una niña de 10 años, que por culpa de una rara epilepsia (POCS).
  514. Juan Luis Martín Nebot. Mestre de Primària i P.T. – Inclusió real i sense excuses.
  515. Irene Sifres Frutos. Orientadora educativa.
  516. Teresa Gómez Manzaneque. Maestra.
  517. Ramon Cardona Pla. Orientador Educativo.
  518. Cándida María González Díaz. Madre de una niña con Sindrome de Down que lucha por una educación digna.
  519. Silvia Cabaleiro Figueroa. Madre multifacética. Luchadora por la inclusión.
  520. Dunay Fernández. Activista feminista y por la inclusión.
  521. Amanda Castañeda Sainz. Madre.
  522. Olga Inés Casasnovas. Persona.
  523. Mónica Estacio. Presidenta de la Fundación Unicap.
  524. Concepción Fabián. Madre. Por una educación para todos con todos.
  525. Charo Viguria. Responsable de un piso tutelado para personas con discapacidad de Domus vi en Navarra.
  526. Ascen Nuñez. Albina, discapacitada visual, TDAH, madre y esposa de TEA y activista para la igualdad y una sociedad inclusiva transversal.
  527. María Nieves Villar Garrote. Maestra de educación Primaria en la enseñanza pública.
  528. Mónica Llera Rico. Madre que cree en la inclusión.
  529. Rosa María Cendán Sanchez. Mamá de un niño autista. Condición y no trastorno. Diversidad y no discapacidad. Con tod@s y para tod@s.
  530. Raquel Navas Redó. Futura maestra de educación y mami. Por una educación digna Ya!
  531. Feliciano Castaño Villar. Educador, antropólogo e investigador social.
  532. Mariola Mourelo Pérez. Activista feminista y fotoeducadora.
  533. Viviana Dávila Yamhure. Mamá de un niño con autismo.
  534. Àngela Cuerda Gil. Madre, Orientadora Educativa. Todos/as tenemos el derecho de estar incluidos y poder participar en la sociedad.
  535. Mª Jesús Mira Barber. Madre de una persona con SD y TEA, enfermera, y convencida que la inclusión en la sociedad comienza desde la educación.
  536. Ana Gallardo Gómez. Madre con aspiraciones de mejorar la comunidad a través de la educación donde todas y todos debemos estar porque todxs somos.
  537. Josefa Corell Bueno. Construyamos entre todos una una sociedad más justa. Menos palabras y más conciencia.
  538. Laura Rayón Rumayor. Universidad de Alcalá.
  539. Esther Guillemot Bayo. Psicóloga y trabajadora social. Página Facebook “Desde la Escuela hacia una Sociedad Inclusiva”.
  540. Blanca Ruiz Carrascosa. Madre de una niña con síndrome de Down y cuidadora de alumnado con diversidad.
  541. Marian Chasco. Activista, 20 años de especialista de apoyo educativo. Orientadora educativa. Madre de dos hijas, una de ellas más evidentemente diversa.
  542. Beatríz Cornago Garbayo. Auxiliar educativo.

Discriminación y diferencia

“Discriminación y Diferencia” es una materia transversal a todas las asignaturas y espacios educativos.

En Lengua, por ejemplo, se conjugan verbos como apartar, segregar o rechazar. Para hacerlo correctamente, a todos los tiempos verbales debe añadírsele: “por su bien”, y componer así frases completas como: yo rechazo por su bien, nosotros segregamos por su bien, vosotros apartáis por su bien, etc.

En Matemáticas es importante restar siempre uno en cualquier operación, ya sea este un número primo, infinito o que se multiplique por PI. Siempre se resta uno en función de la diferencia del sujeto elegido, aunque ésta sea una incógnita.

Pero no solamente se estudia “Discriminación y Diferencia” en el aula o en el patio del colegio. Las actividades extraescolares son un magnífico contexto en el que poner en práctica lo aprendido. 

Hoy hay una excursión escolar y, tanto profesorado como alumnado, han restado uno y no han informado a Rosa. Además, todos han conjugado cualquier verbo al que se le pudiera añadir “por su bien” y así, felices y homogéneos, se han subido al bus.

Pero hoy, Rosa y su mamá, hartas de ser siempre las “menos uno” y de ser conjugadas “por su bien”, se han plantado delante del autobús y han dicho que, o se suma una, o la excursión tenderá a cero.

Y así ha sido por decisión administrativa. Muchos niños y niñas se han bajado del autobús enfadados, pero algunos intuyen que hoy han aprendido una gran lección gracias a Rosa y a su mamá. Jamás volverán a restar uno, ni a conjugar verbos como, con tanta corrección, hace la directora del colegio.

Fuente original: Fenómeno Kleper

El sistema

“Es el sistema”

¿Por qué decimos el sistema cuando somos las personas que lo conformamos?
El sistema es un ente abstracto e impersonal. El dolor lo producimos quienes estamos dentro del sistema. Es nuestra responsabilidad.
Y lo producimos de múltiples formas:

Cuando hablamos de un alumno o alumna delante de todo el grupo en tono alto y despectivo.

Cuando rodeamos a un niño o niña que no nos llega a la cintura, entre varias personas adultas y, sin escucharle, ni atender a su cara de indignación, le recriminamos a gritos lo que ha hecho.

Cuando no tenemos en cuenta ni atendemos a las necesidades del alumnado según sus edades.

Cuando no vemos, ni respetamos, ni mucho menos valoramos a la persona por lo que es.

Cuando vemos un diagnóstico y no una persona.

Cuando no valoramos “sus aprendizajes”, (que no los que nosotros esperamos./).

Cuando no miramos a nuestro alumnado, bien mirado. Con mirada amable.

Cuando creemos que esa madre “no sabe lo que tiene”.

Cuando hablamos mal de esa(s) familia(s) por detrás (no digamos cuando se convierte en “cotilleo” fuera de lugar en un centro educativo).

Cuando, por falso corporativismo, consideramos a las familias y al alumnado el enemigo.

Cuando no dejamos hablar al alumnado en nuestras aulas (no digamos cuando eso pasa en la asamblea).

Cuando no queremos, de ninguna de las maneras, que ese alumno/a forme parte. (Encima queremos que esté sentado/a, quieto/a y callado/a en un rincón).

Cuando engañamos a la familia, (con mentiras o no diciendo toda la verdad).

Cuando miramos hacia otro lado porque no queremos problemas en el claustro.

Cuando queremos echar a un alumno/a de la clase o centro educativo porque es más fácil responsabilizarle, junto a su familia, antes que revisar qué podemos cambiar, qué podemos mejorar…

Cuando no reflexionamos sobre nuestro quehacer diario y no tratamos de mejorarlo. Esto aplica a la clase, nuestra intervención, al centro, equipo, relaciones…

Cuando hablamos mal, por detrás (y no tanto) de compañeras y/o compañeros.

Cuando no vamos de cara.

Cuando dejamos a profesionales fuera del equipo, por acción u omisión.

Cuando percibimos la comprensión, la amabilidad y la empatia como debilidad.

Cuando optamos por pertenecer antes que por la justicia, el derecho y, ¿por qué no? antes que por el amor.

Cuando…

Afecta a toda la comunidad educativa. Recordemos: alumnado, familias, personal docente y no docente, entorno (entidades, asociaciones, barrio…)

Puedes añadir tu experiencia. Esta es la mía, y me dejo mucho sufrimiento en el tintero.
Me duele la escuela.

Foto: cadena enredada y oxidada. Imagen propia.

María José G Corell

Un sistema que no nos quiere.

No es esto, no es aquello, no hay recursos, es el sistema.
Y se habla del “sistema”, como si se tratara de un ente abstracto, como si se tratara de un fantasma.
Y no, ese sistema, dentro de ese sistema, hay personas. Y estas personas, tienen responsabilidad. Pueden ponerse de lado del opresor, o del lado del oprimido. Pueden ser barrera, o por el contrario pueden convertirse en facilitador. Sus acciones pueden contribuir a la necesaria( y urgente) transformación del sistema. O con su ” mirar para otro lado” y su dejación de funciones pueden ser cómplices de la perpetuación de la discriminación, la desigualdad, la inequidad y aumentar así la vulnerabilidad de los colectivos en situación de desventaja. Pueden acoger, o pueden expulsar. Pueden contribuir al cumplimiento efectivo de derechos humanos fundamentales, o pueden ser cooperadores necesarios para vulnerar grave y sistemáticamente el derecho a la educación.
Pueden, desde los que se encuentran en la punta de la pirámide, hasta los que se sitúan en la base.
Porque dentro de ese sistema está la inspectora de educación que hace la vista gorda. Que se refiere a una alumna de 16 años utilizando la palabra “personita” Está también la asesora de Berritzegune que quiere “medir” la inteligencia y las habilidades adaptativas de una persona( si, una persona) para con ello determinar si esa persona( si, persona) es merecedora de estar incluida en el sistema educativo “ordinario” , o si por el contrario debe ser expulsada de éste y segregada. La misma que no firma un acta que recoge de forma literal lo que se habla en una reunión. Está también el director académico y el profesorado que creen ( y así lo dicen) que una alumna ” estaría mejor en otro sitio. Está la profesora que expresa delante de una alumna que ” en clase son muchos y no la podemos atender”, la que expresa( delante de la alumna) que ” tiene que estar con los suyos”. Está el director académico que llama a la madre para que vaya a recoger a su hija al colegio y que reprocha a la madre( que sabe que es una forma de opresión habitualmente empleada) no acudir a recoger a su hija ” sabiendo que está mal.
Está quien,ocultándose en el anonimato, difama a una familia( a una madre, sola, y lo saben, y se aprovechan) ante el consejo escolar. Está también la orientadora que no se persona en las reuniones de las familias que no tragan con la segregación.
Por fortuna, dentro de ese sistema están también los profesionales que tienen la convicción de que hay que transformalo y que lo expresan con claridad y valentía, que escuchan las voces de los oprimidos y sus familias. Y otros que lo hacen casi a escondidas.
Están los que acuden en masa a las reuniones e intentando dar una apariencia de colaboración, oprimen.
Y en este maremagnum, está también una madre(loca, que no ve la realidad, que no acepta las limitaciones de su hija),que después de tanta opresión, se ve obligada a informar que las reuniones van a ser grabadas. Para no estar tan sola, y para recoger de forma literal en acta todo lo tratado. Actas que no se firman. Y entonces muchos de los que estaban, dejan de estar. Seguramente porque aunque esa misma madre siga acudiendo sola, ya no le ven tan sola.
Los que miran para otro lado ante la soledad en los patios, los que la justifican…
Está la profesora que ignora, la que revisa la mochila, la que expresa que las compañeras de una alumna se sienten violentas por el simple hecho de estar con una persona con discapacidad( en un colegio que dice ser inclusivo), la auxiliar con la bata blanca siguiendo a una alumna, la misma auxiliar con la bata blanca en clase de educación física con una alumna.
Podría seguir hasta el infinito….
Indira ha sido expulsada del sistema educativo. No se ha ido, le han expulsado. Y le han expulsado personas que forman parte de un sistema. Personas que solo ven un camino. El de la segregación, el de la exclusión.
Yo, siento un dolor dificil de explicar con palabras, una tristeza infinita. Pero siento también alivio, porque este año voy a dejar de consumirme para que Indira permanezca en un sistema que quiere prescindir de ella. Voy a hacerlo, por primera vez.
Emprendemos nueva aventura, pero fuera de un sistema que no la quiere.

Noemí Preciado

Noe e Indira

Poema a mi madre

Poema a mi Madre
María Victoria Fernández Blanco

Mi madre Mariví está en lo más pequeño,
qué es grande, puro y es semilla.
Mi madre es arte, beso apretado, suave pincelada de marina.
Mi madre es creadora, nos acunó en su vientre,
y trajo al mundo a cuatro niñas.
Tres de ellas ya mujeres, madres de sus nietos.
Su hija pequeña, tan querida Laura, nuestra hermana, murió niña.
Mi madre es lágrima salada, es corazón, belleza,
maestra de infantil y de la vida.
Mi madre está en los bebés que sonríen dormidos
y en sus contagiosas y despiertas risas.
Mi madre es nido, pájaro, cuento, canción infantil,
margarita del campo y poesía.
Mi madre es aroma de café, es película en el sofá, comida familiar,
loza limpia, abrazo y caricia.
Mi madre es árbol y hoja, hoja libre,
jugando con sus nietos y la brisa.

Nuria Villa Fernández

Cuidadoras

Siempre me incomodó esa palabra, esta etiqueta con la que nos denominaron a las mujeres que cuidamos de personas que no pueden cuidarse a sí mismas, ya sea por una discapacidad, condición de salud o edad. A las cuidadoras se nos ve como presencias abnegadas y entregadas, seres sacrificados que merecen una admiración lastimera. “No sé cómo lo haces, yo no podría” “eres una santa” “ya no hay personas como tú”. Y entiendo que, tras esos halagos y palabras aparentemente compasivas, también hay una cierta transacción de culpa: le digo a esa cuidadora lo grandiosa que es para que no sienta que su vida se ha reducido a una responsabilidad que nadie quiere compartir. Porque así es. Una vez te conviertes en cuidadora (seguiré usando la palabra por lo del contexto), el resto de responsables, implicados y sociedad, desaparecen. Ocasionalmente asoman para hacer un acto de presencia matizado de hipocresía y celeridad. Las cuidadoras no pueden trabajar, en el sentido proletario del concepto, no devengan un sueldo y sus ingresos se reducen a los aportes que familiares o los beneficios que entrega el gobierno miserable como un “apoyo” a las personas vulnerables y otros ingresos que no viene al caso enumerar, eso sí todo indirecto, nada para la cuidadora en sí. Hablemos del tiempo libre. ¿Qué hace una cuidadora en su tiempo libre? A pocos les importa, la respuesta si esta pregunta se hiciera a transeúntes de una gran ciudad sería: ver telenovelas, tejer, pintarse las uñas, tejer y en la última opción, dormir. Así de trivial se ve a la cuidadora. A nadie se le ocurre que la cuidadora sigue en actividades anexas al cuidado como limpiar, lavar, cocinar y volver a limpiar. Mentalizada en automático, sin detenerse, no porque no pueda o quiera, sino porque de hacerlo sería consciente de la injusticia de un sistema social que no sabe cómo meterlas debajo de la alfombra. Pero alguien descubrió que aunque no aportan fuerza laboral, si pueden aportar votos y se inventaron programas para cuidadoras que consisten en unas ridículas reuniones en centros del gobierno donde un o una conferencista habla sobre la importancia del aguacate en la dieta o la mejora de la postura; posterior a ello, llega el candidato a concejal y nos recuerda el valor de la cuidadora y jura que cuando sea concejal dará a estas “entregadas mujeres” un bono simbólico monetario. Ahora somos mercancía. Mientras toda esta payasada termina, la angustia se nos revuelve en la cabeza al saber a la persona a nuestro cuidado sola en casa porque no hay a quién delegar esa función (quizá una vecina que mire desde la ventana de enfrente). No, esto no es una queja, ni mucho menos un reclamo. Es solo información. Estoy segura que no existe en esta tierra una sola familia sin alguien que haya asumido el papel de cuidadora (porque se asume, no se negocia, y con el más honesto amor del mundo, amor de verdad fuera de todo paréntesis y en mayúsculas). Esa persona, la cuidadora, perdió derechos y oportunidades y no por la persona a la que cuida, sino por la desidia de quienes sin ella no podrían trabajar y seguir adelante con sus vidas. CUIDADORA. No me pongan esa etiqueta. No sean tan básicos e insolentes. Esa etiqueta está anulando a seres humanos. Son madres, hijas, esposas, tías, familiares, que lejos de ser nominadas a la canonización, están, parafraseando a Gabo, condenadas a la soledad, sin una segunda oportunidad sobre la tierra.

angelaco.wordpress.com

Ángela Corredor

Trauma psicosocial

Dícese del trastorno situado dentro de un determinado contexto interpersonal, social, económico, político, etc., al que subyace una visión de la salud mental entendida como un asunto que incumbe a las relaciones del sujeto con diversos elementos de su medio. O dicho de otra forma, define el impacto dañino que tienen los entornos hostiles crónicos sobre las personas y sus relaciones sociales. Es por tanto un tipo de trauma que tiene su origen en la sociedad misma, y que “se sostiene por las imperfectas mediaciones institucionales, grupales e individuales en las que participan” (M. Mínguez).
Cuando las experiencias vividas por cualquier estudiante constituyen una amenaza para su integridad psicológica (a veces también física), estas constituyen hechos traumáticos que afectan de manera indeleble su vida entera. Y si hablamos de hechos repetitivos y prolongados en el tiempo, que afectan a niños o jóvenes con poca o ninguna capacidad de respuesta, el potencial traumático es evidente.
Y esto ocurre cuando a un/a alumno/a se le rebajan las esperanzas en razón de su diversidad, cuando se le infantiliza, cuando se le obvia, cuando se le estira o se le recorta o cuando se le sitúa al margen de la vida de aula.
Cuando en el recreo se ve obligado a esconderse en el baño, o a fingir que le gusta estar en la biblioteca leyendo sólo, para que nadie se dé cuenta de esa soledad que le acorrala en el patio. Soledad que no sólo le aísla sino que también le avergüenza.
Cuando insisten en dejarle fuera de actividades que son obligatorias para el resto de la clase.
Cuando tiene que estar demostrando denodadamente su valía, medida esta en percentiles de aproximación al único molde que la escuela le ofrece.
Cuando le miran de arriba abajo, con una falta de aceptación que oscila entre la falta de confianza en sus capacidades y la sospecha de que ha dejado sin contestar el examen porque no le da la gana de esforzarse.
Cuando se da cuenta de que es invitado por pena o por obligación (da igual si es a un cumpleaños o a hacer los deberes en casa de un compañero).
Estoy hablando de hechos traumáticos psicosocialmente.
Y cuando estas experiencias tienen un carácter inenarrable, incontable e incomprensible para su entorno, cuando a nadie le importan los miles de obstáculos que salta o esquiva cada día solo para poder llevar una vida normal y corriente, o cuando a nadie le preocupa saber qué significa que un derecho que uno tiene le sea arrebatado por los maestros, por los vecinos, por quien diseña los espacios o los ocios colectivos… siguen siendo hechos traumáticos que despedazan los referentes de seguridad de este alumnado más diverso.
¿Hasta cuándo permitiremos que el trauma psicosocial sea parte de una normal anormalidad social? Porque no podemos aparentar que no lo sabemos.

Luluxa López

Trauma psicosocial

Dícese del trastorno situado dentro de un determinado contexto interpersonal, social, económico, político, etc., al que subyace una visión de la salud mental entendida como un asunto que incumbe a las relaciones del sujeto con diversos elementos de su medio. O dicho de otra forma, define el impacto dañino que tienen los entornos hostiles crónicos sobre las personas y sus relaciones sociales. Es por tanto un tipo de trauma que tiene su origen en la sociedad misma, y que “se sostiene por las imperfectas mediaciones institucionales, grupales e individuales en las que participan” (M. Mínguez).
Cuando las experiencias vividas por cualquier estudiante constituyen una amenaza para su integridad psicológica (a veces también física), estas constituyen hechos traumáticos que afectan de manera indeleble su vida entera. Y si hablamos de hechos repetitivos y prolongados en el tiempo, que afectan a niños o jóvenes con poca o ninguna capacidad de respuesta, el potencial traumático es evidente.
Y esto ocurre cuando a un/a alumno/a se le rebajan las esperanzas en razón de su diversidad, cuando se le infantiliza, cuando se le obvia, cuando se le estira o se le recorta o cuando se le sitúa al margen de la vida de aula.
Cuando en el recreo se ve obligado a esconderse en el baño, o a fingir que le gusta estar en la biblioteca leyendo sólo, para que nadie se dé cuenta de esa soledad que le acorrala en el patio. Soledad que no sólo le aísla sino que también le avergüenza.
Cuando insisten en dejarle fuera de actividades que son obligatorias para el resto de la clase.
Cuando tiene que estar demostrando denodadamente su valía, medida esta en percentiles de aproximación al único molde que la escuela le ofrece.
Cuando le miran de arriba abajo, con una falta de aceptación que oscila entre la falta de confianza en sus capacidades y la sospecha de que ha dejado sin contestar el examen porque no le da la gana de esforzarse.
Cuando se da cuenta de que es invitado por pena o por obligación (da igual si es a un cumpleaños o a hacer los deberes en casa de un compañero).
Estoy hablando de hechos traumáticos psicosocialmente.
Y cuando estas experiencias tienen un carácter inenarrable, incontable e incomprensible para su entorno, cuando a nadie le importan los miles de obstáculos que salta o esquiva cada día solo para poder llevar una vida normal y corriente, o cuando a nadie le preocupa saber qué significa que un derecho que uno tiene le sea arrebatado por los maestros, por los vecinos, por quien diseña los espacios o los ocios colectivos… siguen siendo hechos traumáticos que despedazan los referentes de seguridad de este alumnado más diverso.
¿Hasta cuándo permitiremos que el trauma psicosocial sea parte de una normal anormalidad social? Porque no podemos aparentar que no lo sabemos.

Luluxa López

Este niño, el año que viene aquí no lo quiero.

“Eso de la inclusión, si tiene que llegar, ya llegará!” Me respondió una persona, miembro del equipo directivo, en una reunión de Comisión de Coordinación Pedagógica.

Seguimos enviando alumnado a centros específicos, a aulas específicas (que ahora, en el colmo de la ironía, en la comunidad valenciana son consideradas como escolarización ordinaria), a programas para alumnado con necesidades “especiales” o alumnado que va cambiando de colegio porque en el que estaban no los quieren…

“Este niño, el año que viene aquí no lo quiero” este fue el recibimiento que me hizo el equipo directivo en un colegio al llegar en septiembre.

O, recientemente, otro colegio que quería celebrar una fiesta porque un alumno se iba (no, no se va, lo habéis echado, lo habéis maltratado), solo necesitaba amor y respeto, pero, lamentablemente, hay personas, “profesionales de la educación” que no saben lo que es eso.

Se puede cuidar el lenguaje, como comentábamos en una conversación, tras la respuesta a la orientadora que, en el cambio de etapa a secundaria, me preguntaba sobre una alumna:
-Fulanita ¿qué problema es?
-Fulanita no es un problema, fulanita es una niña.
El lenguaje representa lo que pensamos.

No podemos ofender(nos) de este modo.

Seguimos maltratando de muy diversas formas. Alguna que ni siquiera imaginaba que pudiera existir.

No se trata de tolerancia, se trata de derechos.

Se trata de RESPETO.

Se trata de querer. Querer de voluntad y, sí, de amor.

Seguimos haciendo camino porque Quererla es crearla.

M José G Corell, orientadora.

Demasiadas expectativas

Me gustaría encontrarme con ella, casualmente; y no es que crea yo en las casualidades, más bien creo que lo que solemos atribuir al azar no es sino la causa de una transformación que, aunque tantas veces lenta, termina por provocar el necesario cambio. A veces es solo cuestión de tiempo que suceda.

Y quería encontrarme con ella precisamente porque el tiempo vuela y ¡por qué no decirlo! a veces apremia cuando lo que está en juego es el futuro del hijo adulto con discapacidad, a merced de una sociedad que mide tiempos y vidas en términos de productividad; una sociedad que presume de avanzada y sin embargo se resiste a madurar, ignorando la discapacidad como parte de la vida: todos en algún momento vamos a transitar la vulnerabilidad.

Y sé que ella no me reconocería ¡serán tantas las caras que habrá visto a lo largo de su trayectoria política! Ni siquiera sé si seguirá en política. En cambio yo sigo y seguiré por aquí; mi compromiso con la realidad del hijo no tiene fecha de caducidad.

Recuerdo aquel encuentro, hace casi quince años. Acababa de aprobarse la ley de Promoción de la Autonomía Personal y Dependencia y todo eran titulares de prensa destacando las bondades de una ley que se anunciaba como el cuarto pilar de la Sociedad del Bienestar. Aquella era una de tantas jornadas que se organizaban para presentar la ley en sociedad. Para entonces mi hijo Ángel ya había sido valorado y reconocido por la ley con el máximo grado, uno más entre sus apabullantes títulos. Sin embargo, en términos prácticos y reales, las bondades de aquella ambiciosa ley reducían todo su derecho a una hora diaria de asistencia a domicilio. Irónicamente la larga lista de servicios y recursos a los que su grado le daba derecho se desmoronaron cual castillo de naipes frente a una más larga lista de incompatibilidades, mudando todas mis expectativas en desencanto e impotencia a partes iguales. Suele ocurrir cuando partimos de la nada y apostamos por confiar en el espejismo de un futuro justo.

Para ella aquel seguramente sería un acto más en su agenda política. La imagino hilando palabras para un discurso destinado a un auditorio presumiblemente agradecido… suele pensarse que quien viene de la nada todo lo recibe con gratitud y pleitesía, aunque se esté hablando de derechos fundamentales y por tanto incuestionables.

Y de derechos e injusticia sabíamos mucho aquel público predecible y equivocadamente fácil a quien iba dirigida la jornada: madres de personas con discapacidad; madres solas, agotadas, invisibilizadas, pero no invisibles; madres acostumbradas a adaptarse a la realidad del hijo sin más recursos que su voluntad y su amor incondicional, pero no resignadas; madres silenciadas, etiquetadas por el prejuicio de la discapacidad como abnegadas, sacrificadas, heroínas…; mujeres obligadas a dejar atrás ilusiones personales, proyectos profesionales incompatibles con los cuidados del hijo; mujeres trabajadoras en el silencio de jornadas de 24 horas, sin derecho a descanso ni vacaciones; mujeres con una futura jubilación inexistente o tan precaria como su conciliación laboral y familiar; pero siempre mujeres con nombre y apellidos, dignas, resistentes, decididas, formadas, informadas, activistas de la dignidad y los derechos del hijo.

Pensaba que aquel encuentro podía ser la oportunidad perfecta para acercarnos, acortar distancias entre la mirada de la política que era ella y las madres que éramos nosotras; así que allí estaba yo, sentada entre el desencanto y la esperanza, escuchándola con atención. Desde su posición de política la suya se presentaba como una ley perfecta sobre el papel; una amplia cartera de servicios donde todo era sumar recursos a medida. Sin embargo a mí ya me había tocado sufrir su letra pequeña: lo que quedaba de la ley tras restar a los servicios la lista de incompatibilidades.

Y fue en el turno de preguntas, ante mi cuestionamiento sobre lo injusto de la ley, cuando su respuesta retumbó en mi cabeza como el eco atronador del prejuicio.

  • Quizás las familias habéis puesto demasiadas expectativas en la ley – dijo.

A veces hasta el discurso más cuidado del mejor orador corre el riesgo de desvanecerse cuando entra en contradicción con su propio discurso interno; ese que aflora espontánea, inconscientemente… a veces en un gesto, una sola palabra suficiente para romper la magia del espejismo.

Y el suyo, su prejuicio, estaba justo en aquel calificativo: “demasiado”, que era tanto como decir “exceso de expectativa sobre la ley”, exceso de esperanza, exceso de derecho, exceso de dignidad…

Podía haberme respondido que la ley acababa de nacer, que apenas estaba por desarrollarse y mejorar; podía haberme dicho que entendía mi desencanto, mi dolor; podía haber sentido un poco de empatía hacia mi, por mi derecho a recuperar mi trabajo; podía haberme dicho que estaba allí para conocer de cerca las duras experiencias de las familias; podía haberme dicho que intentaría conocer más profundamente la realidad de los adultos con discapacidad; podía haberlo hecho… pero no lo hizo.

Y en ese calificativo estaba colocando el prejuicio, ese que determina que las personas nombradas por la discapacidad son menos personas, menos válidas, menos dignas. Es ese calificativo que sigue viendo a las personas con discapacidad desde un prisma médico y asistencial; es ese calificativo que desde la soberbia del capacitismo los mira como seres fallidos, desposeídos de ilusiones, intereses y necesidades propias, individuales. Es ese calificativo que cosifica a la persona con discapacidad al colocarla en compartimentos estancos, frías e inhumanas celdillas pensadas desde el parámetro problema-solución.

Cómo entender si no que pasados unos segundos me sugiriera con total naturalidad que para “recuperar” yo mi trabajo, mi vida, podía ingresar a mi hijo en una residencia, sin conocer nada sobre él: su edad, sus gustos, sus intereses, sus deseos, sus apegos… sin tener en cuenta que si para una madre es duro aceptar que a veces el futuro del hijo con discapacidad pasa por asumir que no lo decidirá él, mucho más duro y antinatural es institucionalizar al hijo con 22 años asumiendo como natural el fracaso de un sistema incapaz de ofrecer los recursos necesarios, por derecho natural, para que viva en su entorno, su casa, sin que para ello la familia, casi siempre las madres, tengamos que renunciar a nuestro espacio personal de por vida.

Por eso me gustaría tanto encontrarme con ella, porque el tiempo apremia; por eso me gustaría sentarme con ella, y más que hablar escucharla y poder hacerlo tranquilamente, confiada. Que me contara qué se había hecho en estos largos quince años por adaptar aquella ley sobre la que al final de la charla y a solas me dijo que haría lo posible por adecuarla a las necesidades de las personas. Me gustaría que me dijera, sinceramente, si hay expectativas de un compromiso firme con el futuro del adulto con discapacidad cuando su bienestar pasa inevitablemente por vivir en una residencia; me gustaría que me asegurara que hay expectativas de que se construyan pequeñas residencias-casa, me gustaría que me dijera que estará garantizado para mi hijo que la suya será lo más parecida a su hogar.

Me gustaría escucharla ahora que mis expectativas están bajo mínimos, no por mi, soy experta en buscar luz, sino porque el sistema, con su ausencia de compromiso real con la diversidad humana, se empeña en que sea yo quien se siga adaptando a la letra pequeña de la ley, a su raquitismo, a su oscuridad; me gustaría tener noticias suyas para que me hablara de luz, ahora que necesito esa certeza para creer que hay futuro para mi hijo sin mí.

Me gustaría encontrarme con ella y sentir que mi lucha por que Ángel tenga su todo ha valido, vale la pena, me gustaría sentir que estamos de acuerdo en que todos somos expectativa, sin medida, que somos sueños, que somos dignidad, que somos vida toda la vida, todas las vidas.✨✨✨✨✨✨✨

María Luisa Fernández de La Mirada de Ángel

Día internacional de la concienciación sobre…

Día internacional de la concienciación sobre…( y aquí vamos intercambiando la etiqueta que nos marquen).
Llenamos nuestras webs de sensibilización, hacemos posters, nos sumamos a que ellos ( ellos, ellos, ellos, ellos…) tengan los mismos derechos que nosotros, nos ponemos un calcetín de cada color o tiramos de azul si es lo que toca y ejecutamos toda una farándula de buenas intenciones.
Por supuesto, en las escuelas e institutos también lo c e l e b r a m o s. Contamos a todo el alumnado que hay que compartir y respetar, pero esas frases quedan enganchadas en la pizarra y no salen hasta el patio.
Si hacemos trabajos en equipo les inculcamos aquello de compartir, respetar y valorar, porque sí o sí hay que aceptar en el equipo a esa alumna distintamente capacitada que siempre es la última en ser elegida. Y hacemos como si no hubiéramos estado enseñando a sus compañeros que se puede dejar a alguien fuera de la plena participación, porque durante una quincena (un trimestre, un curso, una infancia) hemos estado diseñando actividades excluyentes y favoritistas.
O hacemos como si nuestro alumnado no percibiese, en la inmensa riqueza de situaciones convivenciales que se generan dentro de un aula, que no tenemos las mismas altas expectativas para todos.
Soy consciente del mucho trabajo que queda por hacer, para la visibilización de la discriminación que aún, a día de hoy, sigue afectando a una parte de nuestro alumnado, Pero me incomoda observar cómo todo el mundo se sube a la moda de exigir igualdad de derechos, y ya. Reivindicamos de boquilla pero no nos comprometemos.
No maquillemos con solo palabras nuestras acciones.
No enarbolemos en alto este marco vacío, porque dentro de este marco hay nombres propios, con vidas únicas y sueños grandes.
Y si resulta que os gusta mucho celebrar estos días internacionales, os sugiero encarecidamente que no perdáis de vista el día 5 de abril, Día Internacional de la Conciencia, que, sin clasificaciones, pretende el reconocimiento de los derechos de todas las personas.

Luluxa López